Cómo la automatización cambiará el empleo

escribiendo.- El auge de la automatización y la inteligencia artificial promete perturbar el mercado laboral en los próximos años, según análisis recientes de CNBC, Forbes y Goldman Sachs. Aunque algunos trabajos desaparecerán debido a los robots y los sistemas de inteligencia artificial, también surgirán nuevos roles asociados con estas tecnologías. Es fundamental capacitar a los trabajadores para aprovechar esta oportunidad.
Una encuesta realizada por el Foro Económico Mundial indica que casi el 60 % de las empresas de bienes de consumo y de petróleo/gas esperan que la automatización desplace puestos de trabajo dentro de cinco años. Sin embargo, el 60% de las empresas de servicios de TI esperan la creación de empleo con la adopción de IA. El impacto variará entre sectores.
Según CNBC, la empresa de logística Zipline demuestra el potencial de la automatización. Utilice drones autónomos para partos médicos. Keller Rinaudo Clifton, su CEO, señala que la automatización aumenta la productividad: “Antes, un humano hacía la entrega. Ahora, ese hombre opera una flota de robots, haciendo 50 entregas por hora”. Zipline planea contratar a más de 100 personas.
La Asociación de Robótica A3 afirma que la automatización agiliza las operaciones comerciales, según CNBC. Su aceptación está creciendo en China, donde hay escasez de especialistas en automatización.
Según CNBC, el sector gastronómico está recurriendo a los robots debido a la escasez de mano de obra. Vebu Labs desarrolla sistemas como "AutoCado" para optimizar las tareas de la cocina y planea contratar a 40 empleados. Su director, Buck Jordan, señaló: "La escasez de mano de obra en los restaurantes es persistente y no se debe a Covid".
Sin embargo, la automatización enfrenta desafíos. Los sindicatos temen la pérdida de puestos de trabajo y la desregulación en EE.UU. es lenta.
Goldman Sachs estima que 300 millones de puestos de trabajo en todo el mundo podrían verse afectados por la IA. Sin embargo, la mayoría solo estará parcialmente automatizado. En los EE. UU. y Europa, hasta el 25 % de los trabajos pueden ser reemplazados por IA, pero la mayoría mejorará. Esta dinámica puede impulsar el crecimiento económico.
Goldman Sachs argumenta que la IA, como ChatGPT, brinda oportunidades y desafíos laborales. Históricamente, la tecnología que desplaza puestos de trabajo crea nuevas oportunidades que aumentan los ingresos a largo plazo. Con las políticas adecuadas, los trabajadores pueden adaptarse y prosperar en la automatización.
Una startup de robótica llamada Figure tiene como objetivo tener robots humanoides listos para almacenes y centros de atención para personas mayores dentro de unos años, informa Axios. Image, fundada por el empresario Brett Adcock, acaba de completar un prototipo humanoide a gran escala. Adcock le explicó a Axios que el robot caminará dentro de un mes.
La compañía espera abordar la escasez de mano de obra en trabajos físicamente intensivos, como empleados de tiendas y cuidadores de ancianos. Sin embargo, para que estos robots humanoides sean comercialmente viables, aún se deben superar importantes obstáculos relacionados con la movilidad, la seguridad y las regulaciones.
Aún así, la cifra subraya la creciente ambición de automatizar una serie de tareas manuales continuas con asistentes de robots de creación rápida de prototipos. Queda por ver qué tan rápido se materializará esta visión.
En la inmensidad del siglo XXI, nos encontramos en el centro de una revolución silenciosa pero poderosa: la revolución de la automatización y la inteligencia artificial. Al igual que con la globalización cuando el mundo estaba "aplanado", ahora estamos viendo que se "automatiza". La historia nos ha enseñado que con cada ola de innovación tecnológica, la sociedad se reestructura y esta vez no es diferente. Pero, ¿qué significa realmente este realineamiento?
Empresas desde Ziplines hasta Vebu Labs no solo están adoptando la tecnología; Están reimaginando su esencia. Están pasando de entidades que emplean humanos a entidades que colaboran con máquinas. Y en este nuevo panorama, la adaptabilidad humana se convierte en nuestra moneda más valiosa. No es sólo una cuestión de desplazamiento laboral, sino una cuestión de renovación laboral.
La promesa de la IA es inmensa, pero también lo es su potencial disruptivo. Los sindicatos, las regulaciones y las preocupaciones laborales apuntan a un mundo que lucha por comprender y adaptarse a esta nueva normalidad.
Pero, como he notado en mis viajes y conversaciones, la adaptación es inevitable. La pregunta es: ¿Cómo navegamos este cambio con compasión, estrategia y una visión para el futuro?
La respuesta, creo, está en la educación y la formación. En un mundo donde la IA y los robots son socios, la capacidad de los humanos para aprender, adaptarse y reinventarse es esencial. Como sociedad, debemos invertir en nuestra capacidad de aprender y volver a aprender para que podamos prosperar en este nuevo mundo "automatizado".
Estamos en el umbral de una nueva era. Una era en la que la colaboración entre humanos y máquinas definirá nuestro futuro.



