Garry Conille es oficialmente destituido como primer ministro de Haití
Un consejo transitorio creado para restablecer el orden democrático en Haití firmó el domingo un decreto que destituye a Gary Conille como primer ministro interino y nombra en su lugar a Alix Didier Fils-Aimé, un empresario que anteriormente había sido considerado para el cargo.
El decreto, que se publicará el lunes, fue proporcionado a The Associated Press por una fuente gubernamental. La decisión sacude un proceso de transición democrática que ya de por sí es problemático para Haití, que no ha celebrado elecciones democráticas en años, en gran parte debido a los altos niveles de la violencia a manos de pandillas que asolan a la nación caribeña.
Fils-Aimé, expresidente de la Cámara de Comercio e Industria de Haití y quien en 2015 se postuló sin éxito para el Senado, estudió en la Universidad de Boston y había sido considerado previamente para el puesto como candidato del sector privado antes de que Conille ocupara el cargo.
Conille, un funcionario de larga trayectoria que ha trabajado con Naciones Unidas, ocupó el cargo de primer ministro sólo durante seis meses.
El consejo transitorio fue establecido en abril y se le otorgó la responsabilidad de elegir al próximo primer ministro y al gabinete de Haití con la esperanza de que ayudaría a calmar la agitación en el país. Pero el consejo ha estado plagado de disputas internas y política, y ha estado en desacuerdo con Conille durante mucho tiempo. Organismos como la Organización de los Estados Americanos intentaron mediar, y fracasaron en el intento, la semana pasada los desacuerdos en un intento de salvar la frágil transición, según informes del periódico The Miami Herald.
El proceso sufrió otro golpe en octubre cuando tres miembros del consejo enfrentaron acusaciones de corrupción por parte de investigadores anticorrupción, quienes alegaron que exigieron 750.000 dólares en sobornos a un director de banco gubernamental para asegurar su puesto.
El informe fue un retroceso significativo para el consejo de nueve miembros y se prevé que erosione aún más la confianza de la gente en él.
Los miembros acusados de soborno, Smith Augustin, Emmanuel Vertilaire y Louis Gérald Gilles, estuvieron entre los que firmaron el decreto. Sólo uno de los miembros, Edgard Leblanc Fils, no firmó la orden.