El peso dominicano se ha depreciado 3.6 % ante el dólar este 2025, según el Banco Central – ACN (República Dominicana)

ACN, SANTO DOMINGO.- Aunque el dólar ha subido en la República Dominicana, el tipo de cambio se ha depreciado 3.6 % en lo que va de 2025, por debajo de la depreciación del 2024 de 4.4 %.
Para este año se espera que el flujo de divisas hacia la República Dominicana se ubique en torno a USD 46,000 millones al cierre del 2025. En este contexto, la oferta de divisas se ha mantenido elevada en el período postpandemia. Este 2025, las remesas alcanzaron máximos históricos al registrar USD 10,780 millones en noviembre 2025, mientras los ingresos por turismo y por inversión extranjera directa (IED) superaron USD 8,500 millones y USD 4,000 millones, respectivamente, en enero-septiembre.
En cambio, al mes de noviembre las reservas internacionales ascendieron a USD 14,274 millones, equivalentes a 5.3 meses de importaciones y a 11.1 % del producto interno (PIB).
Cabe destacar que el peso dominicano sigue siendo competitivo frente al dólar y esto ha contribuido a la entrada de flujos de capital a la nación caribeña, cuya moneda nacional se depreció alrededor de un 3.9 % ante la divisa estadounidense, medida desde septiembre 2024 hasta el mismo mes del año en curso.
Así lo destaca en Banco Central de la República Dominicana (BCRD), a través del comunicado en su página abierta: “El comportamiento cambiario en República Dominicana desde la pandemia: Fundamentos, régimen monetario y determinantes”, escrito por los economistas Elisa Vilorio de Painter y Julio Andújar Scheker.
En otro orden, la Autoridad Monetaria sostiene que el 29.5 % de los depósitos en el sistema financiero dominicano está en dólares, que sumados a la baja deuda de las empresas en moneda extranjera, reducen significativamente la vulnerabilidad a movimientos bruscos del tipo de cambio en el país.
Tasas de interés reducidas en RD;
El BCRD explica que la evolución de tasas de interés con Estados Unidos, las condiciones financieras internacionales, los episodios de búsqueda de activos seguros y la volatilidad en los precios de las materias primas influyen directamente sobre la demanda de divisas y los costos de importación.
En el caso dominicano las tasas de interés se han reducido después que la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) inició su ciclo de recortes. A su vez, en la parte comercial, los términos de intercambio de RD han mejorado en un entorno internacional con precios del petróleo más bajos y un mayor precio del oro.
“A inicios de este año, la incertidumbre internacional redujo el apetito por riesgo de los inversionistas y provocó una apreciación del dólar frente a las principales monedas. No obstante, la posterior flexibilización de la política monetaria de la FED revirtió esa tendencia. En este contexto, las variaciones cambiarias deben interpretarse como parte inherente al funcionamiento de un régimen de flotación, respaldado por fundamentos sólidos y avalado por organismos internacionales”, dijo el BCRD.
Comportamiento cambiario dominicano: tendencias y evolución
El Banco Central dice que desde 2012, el país caribeño adoptó un esquema de política monetaria basado en metas de inflación (EMI), fijando un objetivo de 4.0 % ± 1.0 % en un horizonte de 18 a 24 meses. El principal instrumento es la tasa de política monetaria (TPM), cuya gestión se comunica al mercado para influir en las expectativas y facilitar el cumplimiento de la meta.
En ese sentido, la figura 1 ilustra que, desde 2020, el tipo de cambio ha mostrado mayor volatilidad que en el período posterior a la adopción del EMI, cumpliendo su función como amortiguador de choques externos bajo metas de inflación. Contrario a lo que se piensa, esta volatilidad no implicó más depreciación: la tasa anual promedio cayó de 3.6 % (2012-2019) a 2.95 % (2020-2025), evidenciando que mayor volatilidad cambiaria no necesariamente genera mayor depreciación bajo metas de inflación.

La figura 2 presenta el efecto máximo promedio que tienen las variaciones del tipo de cambio sobre los precios en un período de 12 meses. Nótese que dicho efecto se ha reducido de casi 70% al momento de adoptar la estrategia de metas de inflación en 2012 hasta 27% en 2025, lo que indica un aumento en la credibilidad de la política monetaria y cambiaria. Esta reducción en el efecto traspaso permite que en la actualidad el mercado cambiario pueda absorber una proporción mayor de los choques externos sin poner en riesgo la meta de inflación.
Consideraciones finales
El comportamiento del tipo de cambio en RD desde la pandemia ha sido estable y ordenado. Esta evolución responde a la combinación de fundamentos macroeconómicos sólidos, un régimen monetario creíble, condiciones externas relativamente favorables y una institucionalidad robusta, lo que ha permitido absorber choques significativos sin mayores efectos en la estabilidad de precios.
A inicios de este año, la incertidumbre internacional redujo el apetito por riesgo de los inversionistas y provocó una apreciación del dólar frente a las principales monedas. No obstante, la posterior flexibilización de la política monetaria de la FED revirtió esa tendencia. En este contexto, las variaciones cambiarias deben interpretarse como parte inherente al funcionamiento de un régimen de flotación, respaldado por fundamentos sólidos y avalado por organismos internacionales.
Mirando hacia adelante, la resiliencia cambiaria de nuestro país dependerá del mantenimiento de la credibilidad del régimen de metas de inflación, del fortalecimiento de la supervisión de los riesgos cambiarios en el sistema financiero y de la continuidad de flujos de capital estables —particularmente remesas e inversión extranjera directa— que siguen siendo pilares fundamentales del ingreso de divisas. Esto contribuiría al mantenimiento de la estabilidad de precios en un ambiente de crecimiento sostenible.
En definitiva, la política monetaria del Banco Central seguirá enfocada en preservar la estabilidad de precios, fortalecer la estabilidad macroeconómica y garantizar un mercado cambiario transparente, profundo y alineado con las mejores prácticas internacionales, asegurando así un entorno propicio para el crecimiento sostenido y la estabilidad financiera.
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