El 50 aniversario de los XII Juegos
El próximo 28 de noviembre, a las 4:00 p.m., la Fundación Juan Ulises García Saleta (Wiche) celebrará el 50 aniversario de la realización en el país de los XII Juegos Centroamericanos y del Caribe, que tuvieron lugar en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte en 1974.
La figura del ingeniero Juan Ulises García Saleta será el eje central de este acto conmemorativo, reconociéndose su liderazgo visionario y esfuerzo incansable para que la República Dominicana albergara estos importantes juegos.
Su trabajo no sólo aseguró la sede, sino que también impulsó la construcción del Centro Olímpico, que continúa siendo el corazón del deporte nacional.
Así lo destaca acertadamente un despacho de prensa de la fundación organizadora.
El evento contará con la presencia del presidente Luis Abinader y otras autoridades nacionales, en lo que será un merecido homenaje a uno de los pilares del deporte dominicano, “Wiche” García Saleta.
Sin embargo, hay omisiones que claman por justicia histórica.
Resulta sorprendente e inconcebible que se pase por alto al principal artífice de este histórico logro: el doctor Joaquín Balaguer, quien en ese entonces era presidente de la República. Su visión y determinación fueron clave, no solo para la construcción del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, sino también para la ejecución de numerosas infraestructuras deportivas que aún hoy perduran.
No reconocer su papel es ignorar la energía, el esfuerzo y la claridad de propósito que caracterizaron su ejercicio gubernamental.
Además, el acto también omite a otros nombres relevantes que contribuyeron significativamente a ese evento histórico, como el ingeniero Bienvenido Martínez Brea (Bebecito), puntal en la construcción de esas obras; Federico Medrano, presidente del Comité Organizador; Darío Canó, administrador, y el profesor Virgilio Travieso Soto, director general de los XII Juegos.
¿Por qué borrar estos nombres de la memoria colectiva?
Negar estos datos a las nuevas generaciones es una injusticia histórica que desdibuja los cimientos reales de este logro. Los XII Juegos Centroamericanos y del Caribe no habrían sido posibles sin el genio, la visión y el conocimiento de la idiosincrasia del pueblo dominicano que tuvo el doctor Joaquín Balaguer.
En sus palabras, tomadas de Tebaida Lírica: “Los burros rebuznan, y a mí me gusta oírlos rebuznar.”
Hoy, en el contexto de este acto conmemorativo, esas palabras adquieren una fuerza especial. No podemos permitir que el olvido o las preferencias selectivas oculten a los verdaderos protagonistas de nuestra historia deportiva.
¡Hagamos justicia recordando y honrando a quienes, con su liderazgo y trabajo, marcaron una huella indeleble en el deporte dominicano!
Por: Héctor García
hectorgarciasr@gmail.com