Santo Domingo.- República Dominicana ha deportado a 55.723 haitianos en condición migratoria irregular desde el 1 de octubre, mes en que comenzó el proceso masivo de repatriaciones, hasta el 15 de noviembre, informó este martes la Dirección General de Migración (DGM).
En un comunicado, la DGM destacó los «éxitos” cosechados en las labores de persecución de las redes de trata de personas que han convertido esta actividad en un lucrativo negocio.
El organismo indicó que en ese período de tiempo se ha procedido a detener a diversas personas, cuya cuantía no precisó, cuando transportaban extranjeros en condición irregular en territorio dominicano y los tribunales han dictado medidas preventivas contra una treintena de ellas.
“Las autoridades de Migración y las unidades de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, que apoyan el proceso de deportación de ciudadanos en condición irregular en el país, están actuando siempre respetando la integridad y los derechos humanos de los detenidos”, aseguró.
Por otra parte, la DGM señaló que continuará sus reuniones con diferentes sectores productivos para evaluar sus necesidades de mano de obra extranjera y definir las posibles soluciones, siempre conforme a las disposiciones de la Ley General de Migración.
Sectores productivos de República Dominicana han alertado de que la deportación masiva de haitianos puede generar problemas en la producción de ciertos rubros, ya que esos ciudadanos son los que realizan los trabajos de siembra y cosecha.
Ante ello, el Gobierno dominicano ha respondido que acordará con esos sectores mecanismos para que la producción no se vea afectada, pero reiteró que continuará con las deportaciones masivas.
A principios de octubre, el presidente dominicano, Luis Abinader, anunció el inicio de un operativo con el objetivo de repatriar hasta a 10.000 migrantes por semana, lo que afecta casi exclusivamente a los haitianos, bajo el argumento de reducir el exceso de población migrante en las comunidades dominicanas.
Este operativo tiene lugar en medio de las críticas de las autoridades de Haití, país sumido en una espiral de violencia, y pese a las advertencias de la ONU de que los haitianos que son deportados a la fuerza afrontan amenazas a sus vidas y nuevos desplazamientos, por lo que pide a los países responsables “un enfoque humanitario para aquellos que necesitan protección».
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