Irán ataca con misiles Israel como venganza por las muertes de Haniyeh y Nasrala
Irán lanzó este martes un ataque con decenas de misiles contra Israel, mientras las sirenas de alarma sonaban en todo el país.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) instaron a los israelíes a «permanecer alerta y seguir con precisión las instrucciones» para mantenerse a salvo.
Se han escuchado explosiones en la ciudad de Tel Aviv, en el centro del país. Imágenes llegadas desde esa ciudad muestran proyectiles sobrevolando la zona.
El ataque iranó se produjo horas después de que Israel iniciara su invasión del sur de Líbano con el objetivo de acabar con las capacidades de la milicilia chiita Hezbolá.
La televisión estatal iraní emitió este martes un comunicado del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) confirmando que se han lanzado «docenas» de misiles hacia Israel y amenazando con otro ataque si los israelíes responden.
El CGRI dijo que el ataque con misiles se llevó a cabo como represalia por el asesinato en julio del líder de Hamás, Ismail Haniya, así como el del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, ocurrido el pasado el viernes, y por la muerte de libaneses y palestinos.
Previamente, Estados Unidos había afirmado tener indicios de que Irán preparaban un inminente ataque contra Israel, mientras las fuerzas israelíes avanzaban con su invasión en el sur de Líbano, que iniciaron en la madrugada del martes.
«Un ataque militar directo de Irán contra Israel traerá consecuencias severas para Irán», le dijo un alto funcionario de la Casa Blanca a la cadena estadounidense CBS, y agregó que su país está apoyando «los preparativos defensivos para defender a Israel contra este ataque».
El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Daniel Hagari, también confirmó que estaban «monitoreando la amenaza desde Irán» y que el ataque podía ser «de gran escala», según publicó el medio israelí Haaretz.
Qué se sabe hasta ahora
Durante la madrugada, las FDI anunciaron que habían iniciado una operación terrestre en el sur de Líbano. Esto es lo que ha sucedido desde entonces:
- Irán lanzó un ataque con misiles contra Israel, mientras las sirenas de alarma sonaban en todo el país.
- Las tropas israelíes invadieron Líbano, en lo que el ejército israelí llama una operación terrestre «limitada, localizada y dirigida» contra Hezbolá.
- Hezbolá también indicó que no se han producido enfrentamientos directos entre sus combatientes y las fuerzas israelíes, una afirmación confirmada por una fuente a la BBC.
- La Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en Líbano (FPNUL) afirmó que las FDI les informaron el lunes sobre «incursiones terrestres limitadas en Líbano».
- Hezbolá aseguró haber disparado contra la sede del Mossad en Tel Aviv.
- Israel pidió a los residentes de unas 25 aldeas del sur de Líbano que evacuen y se dirijan al norte.
- El primer ministro libanés señaló que su país se enfrenta a «una de sus fases más peligrosas» y que un millón de personas están desplazadas.
- Las FDI afirmaron que alcanzaron Beirut con ataques aéreos, mientras que las autoridades libanesas dijeron que un edificio en un campo de refugiados palestino cerca de Sidón -a 50 kilómetros al sur de la capital- fue alcanz
«Una larga batalla»
Al iniciar en la madrugada de este martes sus operaciones en el sur de Líbano, Israel afirmó que está apuntando a «las plataformas de lanzamiento e infraestructura de Hezbolá«, aunque el lanzamiento de cohetes por parte de la milicia libanesa no ha parado.
Las FDI informaron, además, que tienen también objetivos en Beirut, la capital de Líbano, según un mensaje publicado en X en el que no proporcionaron más detalles.
En tanto, Hezbolá afirmó en una publicación de Telegram que lanzó misiles hacia la base aérea israelí Sde Dov, en las afueras de Tel Aviv.
El ejército israelí ha ordenado la evacuación de al menos 25 poblaciones en el sur de Líbano, mientras el gobierno de este país dijo que había más de un millón de desplazados.
En los últimos meses ambos bandos se han lanzado decenas de misiles, haciendo la situación cada vez más volátil, pero hasta ahora Israel no había ingresado en territorio libanés.
El gobierno israelí ha insistido en que sus ataques contra Hezbolá tienen como objetivo que los 40.000 israelíes que han debido abandonar sus hogares en el norte del país por los ataques de la milicia libanesa puedan regresar a sus casas.
Antes de que se produjera el anuncio de las FDI sobre el comienzo de la invasión terrestre, el líder adjunto de Hezbolá, Naim Qassem, dijo que el grupo estaba preparado para una ofensiva terrestre israelí y advirtió que la batalla «puede ser larga».
Estados Unidos y Reino Unido reiteraron sus llamados a un alto el fuego en medio de la escalada.
Mientras, el secretario general de la ONU, António Guterres, dijo este martes de un comunicado que está «extremadamente preocupado por la escalada del conflicto en el Líbano».
Guterres pidió un alto el fuego inmediato y dijo que debe evitarse a toda costa una «guerra total» en el país.
«La soberanía y la integridad territorial de Líbano deben ser respetadas», añadió el comunicado.
¿Una operación rápida o una ocupación sin fin?
Análisis de Frank Gardner, corresponsal de seguridad de la BBC
Es difícil predecir, en esta etapa inicial, si la entrada de tropas terrestres de Israel en el sur de Líbano será la operación rápida y eficiente que les gustaría que fuera, o si, como muchos predicen, los israelíes terminarán empantanados en Líbano, como les ocurrió durante 18 años, desde 1982 hasta 2000.
Limpiar el sur de Líbano de todos los cientos de kilómetros de túneles, cuevas y laberintos que Hezbolá ha pasado tantos años cavando bajo tierra para almacenar su enorme arsenal no va a ser un proceso rápido ni fácil.
Hezbolá, que ha resultado gravemente debilitado por los recientes ataques de Israel, todavía conserva miles de combatientes.
Están bien entrenados, en muchos casos curtidos en la batalla por sus recientes experiencias de combate en Siria, y arden en deseo de vengar las muertes entre sus filas.
Son un enemigo mucho más formidable para las FDI de lo que ha sido Hamás en Gaza.
Entre sus armas se encuentran potentes misiles guiados antitanque rusos que pueden atacar a los blindados israelíes, tal como hicieron en la guerra de 2006, en la que los dos bandos se enfrentaron hasta llegar a un punto muerto y que terminó sin resultado alguno después de 34 días.
Esta vez, el ejército israelí parece ser más consciente del desafío que está asumiendo, pero sigue existiendo el riesgo de que se esté involucrando en una ocupación indefinida del sur de Líbano sin un final claro a la vista.