El mundo reacciona a la muerte del líder de Hizbulá en un ataque de Israel
Varios países reaccionaron a la muerte del secretario general de Hizbulá, Hasán Nasralá, en un ataque aéreo israelí en Beirut el viernes 27 de septiembre. Mientras Estados Unidos apoya el golpe israelí, países como Rusia, Irak y Turquía lo condenan.
El 28 de septiembre, las Fuerzas de Defensa de Israel informaron que en la víspera eliminaron a Nasralá, junto con otros comandantes de Hizbulá, durante su ataque al sur de Beirut. Más tarde, la propia milicia confirmó la muerte de Nasralá.
Biden acusa a Nasralá de la muerte de cientos de estadounidenses y expresa apoyo a Israel
«Su muerte a causa de un ataque israelí es una medida justa para sus múltiples víctimas, incluidos los estadounidenses, israelíes y ciudadanos libaneses», destacó Biden en una declaración publicada en el sitio web de la Casa Blanca.
«Ha llegado el momento de llegar a acuerdos, para que las amenazas contra Israel desaparezcan, y la región de Oriente Medio avance hacia una mayor estabilidad», indicó.
Rusia condena en términos enérgicos la eliminación del secretario general de Hizbulá
«La parte israelí estaba al tanto de ese peligro, pero dio otro paso semejante: mató a ciudadanos libaneses, lo que casi de manera inevitable provocará un nuevo aumento de la violencia», indica el comunicado publicado en el sitio web de la Cancillería rusa.
El ente diplomático llamó a Israel a cesar inmediatamente las hostilidades tras haber abatido a Nasralá y aseguró que la comunidad internacional debe hacer todo lo posible para evitar que Oriente Medio se sumerja en una confrontación a gran escala.
Irak declara tres días de luto
«El primer ministro iraquí, Mohamed Sudani, ordenó declarar un luto general en todo Irak, durante tres días, en memoria del secretario general de Hizbulá, Hasán Nasralá, mártir de la criminal agresión sionista, y de sus colaboradores», indica el comunicado.
Turquía expresa su apoyo al Líbano tras ataques de Israel a Beirut y la muerte de Nasralá
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, expresó el 28 de septiembre el apoyo de su país al Gobierno del Líbano, tras los ataques de Israel a Beirut y la eliminación del secretario general del movimiento chií libanés Hizbulá, Hasán Nasralá.
«Creemos que el mundo islámico debe adoptar una postura más firme contra estos ataques. Turquía seguirá apoyando al pueblo y al Gobierno libaneses en estos días difíciles», escribió Erdogan en su cuenta de X.
Según el mandatario turco, «en la última semana han muerto muchos libaneses, incluidos niños».
«Nadie con conciencia puede aceptar, justificar y legitimar semejante carnicería. El Gobierno israelí es cada vez más temerario, pues se siente apoyado por las potencias que le proporcionan armas y municiones para sus masacres. Desafía toda humanidad, los valores humanitarios y el derecho internacional. Hay que poner fin a los intentos de Israel de extender su política descabellada en Gaza y Ramalá al Líbano y a otros países de la región», enfatizó.
Erdogan también llamó a todas las estructuras que tienen entre sus responsabilidades garantizar la paz, la estabilidad y la seguridad en el mundo, en particular al Consejo de Seguridad de la ONU, y a todas las organizaciones de derechos humanos a actuar con rapidez.
«Condeno una vez más los inhumanos ataques de Israel contra el Líbano y deseo la misericordia de Alá para todos nuestros hermanos y hermanas libaneses que perdieron la vida en estos ataques, así como una pronta recuperación a los heridos», concluyó.
Muerte de Nasralá en medio de la escalada entre Israel y el Líbano
Nasralá fue uno de los fundadores del Partido de Dios, o Hizbulá, y lo lideró durante 32 años como su secretario general. Israel lo responsabiliza directamente de la muerte de muchos civiles y soldados israelíes, así como de la planificación y ejecución de miles de actividades terroristas.
Israel y el Líbano se encuentran en una guerra no declarada desde el pasado 8 de octubre, cuando Hizbulá comenzó a lanzar misiles y drones suicidas hacia las comunidades del norte de Israel, como gesto de solidaridad con el movimiento palestino Hamás, tras su incursión armada en Israel, el cual, a su vez, respondió a cada ataque.
Las hostilidades se intensificaron después de que el Ejército israelí atacara, a finales de julio pasado, un edificio residencial del sur de Beirut para eliminar a Fuad Shukr, un alto cargo de Hizbulá, presuntamente implicado en el bombardeo del pueblo druso de Majdal Shams, en los Altos del Golán ocupados por Israel, que mató a 12 menores y dejó 30 heridos a mediados del mismo mes.
Los días 17 y 18 de septiembre, en distintas partes del Líbano se produjeron explosiones de dispositivos electrónicos, incluidos buscapersonas y walkie-talkies, que dejaron más de 37 muertos y casi 3.000 heridos, según los últimos datos oficiales.
Hizbulá y las autoridades libanesas acusan de esas explosiones a Israel, que no ha confirmado ni negado hasta ahora su implicación.
El 20 de septiembre, Israel mató a una quincena de altos cargos de Hizbulá, entre ellos Ibrahim Aqil y Ahmed Wahbi, en un ataque aéreo contra un edificio residencial en Beirut. Según el Ministerio de Sanidad libanés, en el bombardeo murieron decenas de civiles. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) afirmaron que Aqil estaba ultimando una operación planificada para invadir la región de Galilea.
Desde el lunes 23 de septiembre, los aviones israelíes están bombardeando decenas de localidades del sur y el este del Líbano como parte de la operación Flechas del Norte, mientras los combatientes de Hizbulá continúan lanzando múltiples cohetes dirigidos hacia el territorio de Israel.
La escalada bélica provocó en los meses recientes el desplazamiento de unas 100.000 personas desde el sur del Líbano y otras 80.000 desde las zonas del norte de Israel, según las estimaciones oficiales.
