El G7 acuerda un préstamo de US$50.000 millones para Ucrania
De manera unánime, los líderes de las potencias mundiales en el G7 reunidos en Italia acordaron utilizar activos rusos congelados para financiar un préstamo de US$50.000 millones a Ucrania.
El objetivo es ayudar al país a luchar en la guerra contra Rusia, que Moscú inició en febrero de 2022.
El primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, afirmó que se trata de un acuerdo que «cambia las reglas del juego», mientras que el canciller alemán, Olaf Sholz, lo describió como un «paso histórico».
Los activos rusos, que ascienden a US$325.000 millones, fueron congelados por el grupo de las naciones más ricas del mundo, incluida la Unión Europea, cuando Moscú lanzó su invasión a gran escala de Ucrania en 2022.
Rusia calificó la medida de «robo» y amenazó con tomar represalias.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, celebró el acuerdo que «pone ese dinero a trabajar para Ucrania y envía otro recordatorio a Putin de que no vamos a dar marcha atrás».
Los países del G7 –Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido– han transferido ya un importante apoyo financiero y militar a Ucrania desde que inició la guerra.
Al margen de la cumbre, el canciller alemán Sholz afirmó que el préstamo acordado «es una clara señal al presidente ruso [Vladimir Putin] de que no puede quedarse de brazos cruzados en este asunto».
«Se han creado las bases para que Ucrania esté en condiciones de aprovisionarse todo lo que necesite en un futuro próximo, en términos de armamento, pero también de inversión en reconstrucción o en infraestructuras energéticas», expuso.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aseguró que «todo el G7 contribuye a este préstamo».
«Son los beneficios inesperados de los activos rusos inmovilizados en Europa los que servirán para ello», señaló.
La mayor parte de los activos del Banco Central de Rusia se encuentran en Bélgica. Según el derecho internacional, los países no pueden confiscar esos activos a Rusia y dárselos a Ucrania.
Pero los recursos rusos congelados están generando muchos intereses -unos US$3.000 millones al año-, que pueden ser usados a conveniencia del grupo.
El plan es pedir un préstamo en los mercados internacionales, dar unos US$50.000 millones a Ucrania y utilizar los US$3.000 millones de intereses de los activos rusos para a su vez pagar los intereses del préstamo cada año.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, advirtió de que habría «dolorosas» medidas de represalia.
Con miras en la OTAN
En el marco de la misma cumbre, Biden y Zelensky también firmaron un acuerdo por separado sobre seguridad que se presenta como un paso previo a una posible entrada de Ucrania en la OTAN.
El pacto establece que, en caso de ataque armado contra Ucrania, Washington y Kyiv se reunirán en un plazo de 24 horas para discutir una respuesta.
Sin embargo, no compromete a Estados Unidos a enviar fuerzas para defender a Ucrania.
También establece que EE.UU. apoyará a Ucrania en el desarrollo de su fuerza militar a través de la formación, la planificación conjunta y los esfuerzos de ciberseguridad. Washington también ayudará a reclamar indemnizaciones por los daños causados por Rusia.
Biden y Zelensky dieron a conocer el acuerdo en una rueda de prensa conjunta en la que informaron que se trata de un acuerdo por 10 años.
«Nuestro acuerdo de seguridad es un puente hacia el ingreso de Ucrania en la OTAN», afirmó Zelensky. «Hoy es un día verdaderamente histórico”. Celebró.
Putin «no puede dividirnos y estaremos con Ucrania hasta que prevalezcan en esta guerra», dijo Biden.
Posteriormente, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dijo a periodistas que el acuerdo pretendía demostrar que el apoyo de EE.UU. «durará mucho tiempo en el futuro y promete una cooperación continua, en particular en el espacio de defensa y seguridad».
¿Qué significa el préstamo para la guerra?
Análisis de Jean Mackenzie, de BBC News desde Ucrania
Algunos en Kyiv que habían presionado para conseguir este dinero querían que el G7 liberara la totalidad del fondo congelado de US$300.000 millones, y no solo los intereses que genera.
El Banco Central Europeo lo había descartado.
No obstante, el monto del acuerdo fue recibido con satisfacción como un primer paso muy importante para apoyar la economía ucraniana en tiempos de guerra.
A diferencia del paquete de ayuda estadounidense por US$61.000 millones aprobado en Washington en mayo, que se tradujo directamente en el envío de más misiles al frente, es probable que el dinero del G7 no llegue hasta finales de año, lo que significa que tendrá poco impacto en el curso actual de la guerra.
Por el momento, Ucrania sigue necesitando urgentemente más armamento, sobre todo sistemas de defensa antiaérea, para contrarrestar los ataques rusos contra sus ciudades y centrales eléctricas, así como los tan esperados cazas F-16, que llegarían este mismo verano boreal.
Este préstamo de US$50.000 millones es más bien una solución a largo plazo para los problemas financieros y de defensa de Ucrania. La idea es que se pueda utilizar en su industria de defensa y fabricar armas en colaboración con otros países.
Y así, con el tiempo, depender menos de sus aliados occidentales para su defensa y supervivencia.