Declaran culpable a armera del rodaje del actor Alec Baldwin
Hannah Gutiérrez-Reed, la persona que cargó el arma con la que el actor Alec Baldwin mató de un disparo hace tres años a la directora de fotografía de la película que estaba rodando, fue declarada culpable de homicidio imprudente.
Gutiérrez-Reed, quien podría enfrentar a hasta tres años de prisión, fue declarada inocente de un segundo cargo, el de manipulación de pruebas en torno a la muerte de Halyna Hutchins en el set de Rust en 2021.
Alec Baldwin también se enfrentará a un juicio por homicidio involuntario por la muerte de Hutchins.
La directora de fotografía, de 42 años, murió poco después de que Baldwin le disparan una bala real con un arma utilizada en el rodaje de la película en Nuevo México.
Los miembros del jurado solo deliberaron durante unas horas. Lo hicieron después de escuchar a los fiscales argumentar a lo largo del juicio que Gutiérrez-Reed, quien supervisó el armamento de la película como armera, actuó de manera imprudente al cargar el arma.
Gutiérrez-Reed permaneció inexpresiva cuando el presidente del jurado leyó el veredicto. El juez ordenó que se la llevaran detenida.
El abogado de la condenada, Jason Bowles, puso su cabeza entre sus manos después de que escuchar el veredicto de culpabilidad, mientras que la madre de la armera lloró detrás de ella en la zona del público.
Es probable que el veredicto sea visto como una buena noticia para Baldwin. Ahora, sus abogados pueden argumentar que no era previsible para su defendido lo que pasó en el set porque eso era responsabilidad de la armera.
Los fiscales dijeron que Gutiérrez-Reed no se había asegurado de que el arma solo estuviera cargada con balas de fogueo.
«Fallas de seguridad»
«Este caso trata sobre fallas de seguridad constantes e interminables que resultaron en la muerte de un ser humano», dijo la fiscal Kari Morrissey durante los argumentos finales el miércoles.
Gutiérrez-Reed fue «negligente», «descuidada» y «desconsiderada» al no darse cuenta de que las balas reales se habían mezclado con balas de fuego en una caja de municiones en el set, dijo Morrissey a los miembros del jurado.
Una de esas balas estaba en el arma que usó Baldwin, dijeron los fiscales.
Los fiscales también presentaron pruebas de que Gutiérrez-Reed había traído una caja de balas reales al set de Nuevo México desde su casa en California. Dijeron que estas balas se propagaron lentamente por todo el set.
Morrissey dijo que creía que la armera no tenía la intención de traer las balas al set, sino que la muerte de Hutchins fue un caso de trágica negligencia.
La fiscal agregó que Gutiérrez-Reed estaba más «preocupada por su carrera» y menos por las víctimas después del tiroteo.
Gutiérrez-Reed no testificó en el juicio de dos semanas, pero su abogado dijo en los argumentos finales que los fiscales no habían demostrado que su clienta fuera la única persona responsable del tiroteo fatal.
«Las cajas [de munición] no importan, porque no sabemos qué había en ellas tres o cuatro días antes», dijo el Bowles al jurado, argumentando que su defendida no sabía que había balas reales en el set.
Bowles también había culpado a Baldwin, ya que él era el que llevaba el arma cuando disparó y era el productor de la película.
Y agregó que Gutiérrez-Reed era «un chivo expiatorio fácil».
Entre los testigos del juicio se encontraba el director de la película, Joel Souza, quien también recibió un disparo pero sobrevivió.
Souza dijo que recordaba haber mirado a Gutiérrez-Reed después de que le dispararan, y haberla oído decir repetidamente: «Lo siento, Joel».
Al jurado también se le mostraron imágenes emocionales y angustiantes de las secuelas del tiroteo, cuando Baldwin disparó el revólver Colt .45.
Las imágenes incluían un vídeo que parecía mostrar los últimos momentos de vida de Hutchins, rodeada de paramédicos que trataban de salvar su vida.