Trinidad y Tobago pide al Gobierno haitiano fijar un calendario para celebrar elecciones
San Juan.- El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, pidió este viernes al Gobierno de Haití que fije un calendario para la celebración de elecciones libres y justas en el país, que atraviesa una grave crisis social y de seguridad.
Las últimas elecciones presidenciales se celebraron en 2016, tras haber sido aplazadas varias veces y, desde el asesinato de Jovenel Moise en julio de 2021, el primer ministro, Ariel Henry, ejerce como jefe de Estado interino.
“La actual Administración en Haití necesita dejar espacio para un camino hacia un calendario electoral”, aseguró Rowley a los periodistas, según las declaraciones recogidas por los medios locales.
La Comunidad del Caribe (Caricom), organización de 15 miembros de la que forman parte tanto Haití como Trinidad y Tobago, ha estado mediando entre los distintos actores políticos haitianos para ayudar a la celebración de nuevas elecciones.
“Haití no tiene un solo funcionario electo”, lamentó Rowley, quien encabezó a principios de esta semana una delegación a Estados Unidos, donde planteó la “situación de calamidad” que sufre Haití.
El primer ministro trinitense urgió a EE.UU. a asumir “un liderazgo” en esta crisis e hizo hincapié en que Washington “no puede lavarse las manos con Haití».
El Departamento de Derechos Humanos de la Oficina Integrada de Naciones Unidas en Haití (Binuh) informó ayer que la violencia experimentó un aumento del 8 % en Haití entre octubre y diciembre de 2023 respecto al trimestre anterior, para alcanzar un total de más de 8.400 víctimas desde enero de ese año.
La expansión de la violencia por parte de grupos criminales se produjo particularmente en el departamento de Artibonite y en la periferia sur de la capital, con un aumento de la violencia sexual en varios municipios, según el último informe trimestral de la organización.
El documento respalda la importancia de desplegar una misión multinacional de apoyo a la seguridad, que estaría liderada por Kenia y en la que participarían fuerzas de Bahamas, Antigua y Barbuda y Jamaica, aunque su entrada en acción se mantiene en suspenso.