Ciudad del Vaticano.- El papa Francisco pidió ayer el cese de la violencia en Haití al recordar el secuestro de un grupo de personas, entre ellas seis religiosas, en Puerto Príncipe, en un llamamiento al finalizar el rezo del ángelus en la plaza de San Pedro.
“He recibido con dolor la noticia del secuestro en Haití de un grupo de personas, entre ellas seis religiosas. Al pedir su liberación, rezo por la armonía social en el país”, dijo el papa.
Las seis monjas son de la congregación de las Hermanas de Sainte-Anne; secuestradas junto con otras personas, cuando iban a bordo de un autobús que se dirigía a la universidad de la capital, Puerto Príncipe.
Francisco después hizo un llamamiento “para que cese la violencia que tanto sufrimiento causa a ese querido pueblo” después de que desde hace algún tiempo se han recrudecido las hostilidades entre bandas armadas.
Esta situación está provocando que decenas de familias huyan de sus hogares, engrosando campamentos improvisados.
El obispo de Anse-à-Veau, monseñor Pierre-André Dumas, pide la liberación de los rehenes.
